En entornos extremos, la vida útil de las estructuras metálicas puede verse amenazada por la corrosión. La protección contra la corrosión es un factor crítico en la durabilidad de dichas estructuras, especialmente en ambientes agresivos. Dos de los métodos más utilizados para proteger el acero son el galvanizado en caliente y el recubrimiento de Alta Resistencia. Aunque ambos procesos buscan el mismo objetivo —proteger el acero frente a la oxidación y el desgaste— sus composiciones y rendimientos, presentan diferencias clave como opción ideal para todo tipo de proyecto.

Galvanizado en caliente: el método tradicional

El acabado de galvanizado en caliente es un proceso ampliamente difundido en la industria. Consiste en sumergir el acero en un baño de zinc fundido, lo que genera una capa protectora que se adhiere firmemente a la superficie. Esta capa actúa como una barrera física contra la corrosión y, en caso de daños, proporciona protección catódica al acero expuesto.

Es una técnica efectiva y rentable, utilizada masivamente en la construcción, el sector automotriz y las infraestructuras públicas. Sin embargo, su rendimiento puede verse limitado en ambientes especialmente agresivos, como zonas costeras o expuestas a químicos.

Alta Resistencia:  tecnología avanzada en recubrimientos

El acabado en Alta Resistencia es una evolución del galvanizado tradicional. Se trata de un recubrimiento metálico que se aplica también mediante inmersión en caliente, pero con una aleación especial compuesta por aproximadamente 93.5% de zinc, 3.5% de aluminio y 3% de magnesio. Esta composición le otorga propiedades únicas frente a la corrosión.

Gracias a la presencia del magnesio, zinc y aluminio se forma una capa muy estable y altamente resistente, que incluso ofrece efecto de autorreparación en cortes y bordes, donde normalmente se concentra la corrosión. Esta característica lo hace ideal para aplicaciones en ambientes extremos como suelos ácidos, atmósferas industriales o entornos marinos.

Si nos centramos en la protección contra la corrosión:

Galvanizado en caliente:

  • Buena en entornos exteriores normales; degradación rápida en ambientes agresivos (marinos, industriales).
  • La capa puede ser porosa y no cubre bien bordes cortados; riesgo de corrosión en zonas deformadas.

Alta Resistencia: 

  • Mucho más resistente a la corrosión, hasta 3 veces más que el galvanizado tradicional.
  • Excelente comportamiento en ambientes agresivos (agua salina, atmósferas industriales, suelos ácidos).
  • Capa uniforme incluso en zonas deformadas permitiendo que se haga una autorreparación que cubre los bordes expuestos en semanas/meses

Hablemos de espesor del recubrimiento y durabilidad:

Galvanizado en caliente:

  • Requiere mayor espesor de Zn para alcanzar durabilidad (> 20 µm típico; dependiendo de la aplicación).
  • Generalmente requiere capas más gruesas para mayor protección.
  • Sin garantía específica; vida útil moderada (< 15 años en entornos severos).

Alta Resistencia: 

  • Más eficiente y ligero para ciertas aplicaciones.
  • Garantías de 20–25 años en solar, marino, agrícola e industria; permitiendo un mantenimiento mínimo
  • El magnesio refuerza la barrera de óxido, reduciendo puntos de inicio de corrosión.
  • Muy buena flexibilidad en plegados y doblados, con mínimos agrietamientos.

Las aplicaciones típicas:

Galvanizado en caliente:

  • Protección de estructuras portuarias, puentes y postes (ambientes agresivos).
  • Ideal en piezas de geometría sencilla y accesible.
  • Muy usado en construcción y obra civil.

Alta Resistencia: 

  • Ideal para estructuras expuestas a condiciones agresivas, como:
  • Paneles solares
  • Infraestructura agrícola
  • Componentes en ambientes marinos o industriales
  • Sistemas de drenaje y canalización

Cuidado ambiental y sostenibilidad:

Galvanizado en caliente:

  • Usa más zinc; puede tener mayor impacto ambiental.
  • Alto consumo energético para su fabricación

Alta Resistencia: 

  • Usa menos cantidad de zinc y tiene mejor desempeño, por lo que es más sostenible en muchos casos.
  • Su mayor durabilidad disminuye frecuencia de recubrimientos o reparaciones, ahorrando recursos a medio plazo

El definitiva, resumen de ventajas:

El galvanizado en caliente sigue siendo una solución ampliamente utilizada para proteger el acero. Sin embargo, para condiciones más exigentes, mayo durabilidad y resistencia, nuestro acabado de Alta Resistencia ofrece una alternativa de última generación con mayor vida útil y menor mantenimiento a largo plazo.